Legionella, ese gran enemigo que se deja notar cada verano.
La legionelosis, también denominada enfermedad del legionario, es una enfermedad grave causada por la bacteria legionella. Es una infección bacteriana que puede, entre otras muchas enfermedades, causar una neumonía grave con resultado de muerte.
La bacteria legionella es un microorganismo que vive libre en el ambiente y puede estar presente en distintos hábitats como ríos, lagos, estanques etc. Las épocas donde tiene mayor probabilidad de aparecer es durante el verano y el otoño debido que las temperaturas en son más altas.
La bacteria pasa a colonizar los sistemas de abastecimiento de aguas de las ciudades. A través del sistema de la red de agua se incorpora a los sistemas de agua sanitarios, aunque también puede incorporarse a otros que pueden generar aerosoles como duchas, torres de refrigeración, sistemas de acondicionamiento de aire, piscinas o hidromasajes.
La única solución para erradicar un brote de legionella es recurrir a una empresa de control de plagas que mediante una serie de tratamientos basados en productos biocidas, consiguen que las colonias de bacterias se extingan por completo.
Por tanto su contagio es por el aire o el agua afectando a todo tipo de personas, pero sobre todo a las que tiene su sistema inmunológico más débil, como es el caso de los niños y personas de avanzada edad.
Los síntomas de la enfermedad son similares a los de una gripe o neumonía: dolores musculares, dolor de cabeza, tos seca, fiebre alta, dificultad respiratoria o diarrea.
La prevención de la legionelosis se puede resumir en tres aspectos fundamentales :
- Lo principal es controlar la calidad del agua que entra a las instalaciones. Debe de ser agua de calidad, controlando el nivel de cloro residual que garantice su calidad microbiológica.
- Los factores que favorecen que se multiplique esta bacteria son la temperatura y la presencia de nutrientes (limpieza y desinfección) por tanto hay que tenerlos bien controlados.
- Evitar o disminuir el uso o generación de aerosoles.
Por último, es muy importante realizar un buen mantenimiento de los sistemas de suministro de agua caliente. Si se va a utilizar una ducha la cual hace tiempo no ha sido usada lo ideal es poner la temperatura del agua muy alta y dejar que corra durante un par de minutos ya que así los gérmenes mueren rápidamente. Aunque el problema está cuando en el agua se hallen seres vivos unicelulares en los que las bacterias pueden sobrevivir a pesar de estar expuestas a altas temperaturas. Por ello es conveniente revisar las instalaciones de agua caliente y comprobar que no tienen colonias de legionella. Hoy en día existen instalaciones de filtrado con un tamaño de poro inferior a 0,2 micras que ofrecen una protección adicional contra de la legionella.
Casos detectados en Europa
El principal problema de la enfermedad es la infravaloración que tiene y como consecuencia la enfermedad está infradiagnosticada por los sistemas sanitarios. En España, juntos a otros países como Italia y Francia, estamos a la cabeza de los países que más casos reportan cada año en toda Europa. Un ejemplo lo tenemos en el año 2012 donde se reportaron 972 casos en nuestro país. Ese mismo año se registraron 1300 casos en Italia y 1200 en Francia. Además durante el periodo 2008-2012 se diagnosticaron diez brotes importantes de los cuales seis se dieron en España.
Existe un gran número de empresas que se encargan, mediante protocolos de desinfección y prevención, de prevenir y eliminar esta enfermedad, aunque se debe comprobar previamente si la empresa dispone de los certificados necesarios y está acreditada para realizar los tratamientos necesarios.
Ascanio Química dispone de los productos biocidas necesarios para un tratamiento eficaz contra esta importante amenaza y puede ayudarle técnicamente a abordar cualquier problema relacionado con la legionella.